niños y adultos⎮
No es posible ser un buen profesor de violín sin tener en cuenta las características y expectativas de cada alumno. Por esta razón, me adapto a los requisitos de cada uno de ellos, diseñando estrategias que sean apropiadas a sus necesidades y objetivos musicales.
Cuando enseño a niños, aprovecho la naturalidad con la que se relacionan con la música a través del movimiento y enfatizo la naturaleza lúdica del entrenamiento musical, al tiempo que desarrollo hábitos de aprendizaje sólidos. Con respecto a los adultos, respondo a sus propios objetivos y aprovecho al máximo su motivación y satisfacción al tocar música.
Disfruto de conocer a cada alumno, comprender sus necesidades y ayudarlos creativamente a desarrollar al máximo su potencial.
Violín barroco⎮
Hoy en día es cada vez más común contar con información que nos acerca al mundo de la interpretación históricamente informada. Por suerte, sea cual sea el nivel del estudiante, este tipo de contenidos ya no es algo inaccesible y, por lo tanto, cualquiera puede aprender a tocar música de la manera que se hacía en la época que corresponde al repertorio que se quiere interpretar.
Tuve la suerte de ser discípula de Hiro Kurosaki, uno de los máximos exponentes de la interpretación historicista del violín en Europa. Después de años trabajando bajo su supervisión, puedo decir que nunca antes sentí que estuviese tan cerca de una visión integral sobre los compositores barrocos y clásicos, y sobre cómo interpretarlos de un modo vibrante y emotivo.
Mi manera de iniciar a mis alumnos en el ámbito de la interpretación es muy flexible y responde siempre a su nivel e intereses. Aún así, aunque el resultado de una interpretación moderna y otra historicista sea muy distinto, hay maneras de compatibilizar la enseñanza en ambos estilos. En los últimos años he desarrollado toda una metodología que propone al alumno ampliar sus horizontes musicales desde el respeto a sus propios objetivos.
preguntas frecuentes│
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La mayoría de las clases que he impartido a lo largo de mi vida han sido presenciales. Sin embargo, cuando tuve que vivir en otras ciudades, decidí, a pesar de mis dudas, tomar la iniciativa e intentar dar mis clases por Internet. Tras años de experiencia, puedo decir sin dudarlo que la enseñanza online ha superado mis expectativas y es una alternativa mucho más aceptable de lo que pensaba.
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Hay tres cosas que quiero que tengas en cuenta:
(1) ¿Qué nivel quieres alcanzar? En este sentido, la autocorrección suele ser poco fiable.
(2) ¿Qué nivel de satisfacción quieres alcanzar? Tener un profesor te da la oportunidad de consultar de forma precisa e inmediata, lo que siempre da más seguridad.
(3) ¿Cuánto esfuerzo estás dispuesto a invertir en términos de tiempo y dinero? No tiene sentido invertir dinero en clases si no eres capaz de dedicar el tiempo necesario para aprovechar lo que has aprendido. Sin embargo, en mis años de experiencia docente, he comprobado que se pueden conseguir resultados extraordinariamente satisfactorios con combinaciones muy diferentes de clases, tiempo y esfuerzo.
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Como profesora en línea profesional, he enseñado a alumnos de países como Singapur, Japón, Corea del Sur, EE.UU., México, Argentina, Chile, España y Suecia.
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Creo en el potencial de mis alumnos. Por eso, lo primero que intento es comprender lo que quieren lograr con el violín. Solo cuando este punto de partida está claramente definido, les ayudo a elaborar un plan de trabajo adaptado a estos objetivos, y también, lógicamente, a sus necesidades de aprendizaje. Cuando me dirijo a alumnos sin experiencia, mis planteamientos pedagógicos inciden de manera especial en el desarrollo auditivo, la calidad del sonido y la articulación. Además, en cada clase intento transmitir una actitud vital, ante el estudio del violín, que inspire a mis alumnos: paciencia, determinación, constancia, concentración, motivación y reflexión.
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Obviamente, yo soy profesora de violín y disfruto mucho dando clases, pero precisamente por eso lo que me interesa son alumnos que tengan la motivación correcta. Por lo tanto, pienso que la respuesta a esta pregunta se la debe dar cada alumno en relación a tres consideraciones: (1) qué nivel queremos alcanzar. En este sentido, la auto observación da una orientación limitada, y las autocorrecciones suelen ser poco fiables; (2) con qué grado de satisfacción queremos hacerlo. En mi opinión, tener un profesor hace la actividad más estimulante y gratificante. Además, a cualquier alumno le surgen dudas y el hecho de poderlas consultar de manera precisa e inmediata siempre da una mayor seguridad; (3) cuánto esfuerzo estamos dispuestos a invertir, tanto en dinero como en tiempo. En este sentido, es mejor ser claros: las clases llevan aparejadas correcciones y la necesidad de práctica. No tiene sentido invertir dinero en unas clases si luego no se va a poder dedicar el tiempo necesario para aprovechar lo aprendido. Dicho esto, en mis años de experiencia docente, he comprobado que se pueden obtener resultados extraordinariamente satisfactorios con combinaciones de clases, tiempo y esfuerzo muy diferentes.
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Sí, puedes recibir una lección introductoria gratuita. De hecho, siempre sugiero una lección introductoria primero para que podamos conocernos y comprender lo que quieres conseguir con el violín. Si decides reservar tu primera clase de prueba gratuita, haz clic en "Seleccionar día y hora" y sigue las instrucciones. También puedes reservarla a través de mi plataforma preferida de clases particulares online, Juega con un Profesional, en https://www.playwithapro.com/live/maite-iglesias/.
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En mi opinión, la edad mínima para las clases de violín online es de unos 8 años. Es más difícil captar la atención de un niño menor de 8 años desde una plataforma online y no lo recomiendo a menos que el niño sea excepcionalmente maduro y esté muy motivado.
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¡Claro que se puede! La mejor manera es ir a mi canal de YouTube: www.youtube.com/@maiteiglesias-violin
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Eso es lo que yo creo. He visto a mis alumnos (algunos de los cuales tienen más de 60 años), que nunca tuvieron la oportunidad de aprender a tocar el violín por falta de tiempo en sus vidas, cumplir su deseo gracias a las posibilidades que ofrece Internet.
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Mi vocación docente me llevó a trabajar como profesora presencial de violín en diferentes conservatorios de España, como Ciudad Real, Guadalajara, Valladolid, Palencia y Segovia.